Un momento. Eso es todo lo que se necesita para que tu vida haga un giro de ciento ochenta. Un momento para hacer añicos tus sueños y robarte la libertad. Un momento para olvidar quién eres.
La noche en que Caroline Adams decidió conducir ebria y terminó golpeándome mientras estaba parada en la acera fue cuando me sucedió ese momento. Nada ha sido igual desde entonces.
En una silla de ruedas y rota, comencé mi último año en Lake Gate High, donde tengo que lidiar con las miradas y los susurros humillantes. Además, tengo que verlo a él: Jason Adams, el hermano de Caroline.
No oculta el hecho de que me odia por ser la razón por la que Caroline terminó en un centro de detención juvenil, y que quiere que me aleje de él. Pero eso podría resultar imposible cuando somos elegidos como los protagonistas de nuestra obra escolar y esa línea entre nosotros se vuelve borrosa.
Pero no dejaré que mis viejos sentimientos por él resurjan.
No cuando es un idiota.
No cuando ese momento sigue persiguiéndome y recordándome la oscuridad.
La oscuridad de esa noche de la que nunca podría escapar.