St. Mary’s rebels (Actualización)



0.5
Cleopatra Paige odia una cosa en este mundo, sólo una, y su nombre es Zachariah Prince.
En la escuela primaria, le tiraba de las coletas. En la preparatoria, difundió falsos rumores sobre ella. Y en la secundaria, arruinó su baile de graduación.
Ella odia que sus sonrisas sean injustamente sexys. Y, definitivamente, odia que sus oscuros ojos parezcan seguirla a todas partes. A veces, incluso en sus sueños.
No importa que sea rico y popular o que viva en una maldita mansión llena de mayordomos y criadas. Él es grosero, arrogante y quiere estar lo más lejos posible de él.
Pero, por desgracia de Cleo, vive en la misma maldita mansión que Zach.
Sólo que él es el príncipe y ella la humilde criada que le sirve.


1
Querido Arrow,
No debería estar escribiendo esto.
No es que vaya a enviarte esta carta y hay un millón de razones para ello.
Primero, me enviaron a la escuela St. Mary's para adolescentes problemáticos —un reformatorio sólo para chicas— como castigo por un crimen insignificante, totalmente intrascendente. No por comerme con los ojos al hijo de la directora por el campus.
En segundo lugar, eres un idiota gigante. Eres arrogante, temperamental y muy frío. A veces pienso que ni siquiera deberías gustarme.
Pero extrañamente tu frialdad me prende fuego.
La forma en que tu atlético cuerpo se mueve en el campo de fútbol y la forma en que tus poderosos muslos se extienden por esa motocicleta tuya, me deja inapropiadamente sin aliento.
Pero esa no es la peor parte.
La peor parte es que tú, Arrow Carlisle, no sólo eres el hijo sexy de la directora.
También eres el amor de la vida de mi hermana.
Y no debería estar pensando en el novio de mi hermana o más bien en su prometido (escuché una conversación sobre el anillo que no debería).
Ahora, si pudiera dejar de escribirte esas cartas sin sentido que nunca enviaré y que tú nunca leerás...
Nunca tuya,
Salem.
NOTA: Este libro es independiente y NO contiene trampas






2




Hace dos años, Reed Jackson traicionó a Calliope Thorne y le rompió el corazón. Así que ella robó su posesión más preciada, un mustang blanco, y lo llevó al lago en busca de venganza.


Ahora, Callie está atrapada en un reformatorio mientras Reed está en la universidad, viviendo su vida sin repercusiones.


Hasta que regresa.


Con él vuelven todos los sentimientos que Callie ha estado tratando de enterrar: ira y desamor.


Pero sobre todo, deseo. Cuando ve sus hermosos pero mentirosos labios y sus ojos grises como la pólvora que aún se burlan y arden cuando la mira.


Lo que sea. No es como si Callie fuera a enamorarse de su exnovio de nuevo. O dejar que la acorrale en un bar una noche y la toque, la bese...


Tampoco le devolvería el beso. O peor aún, dormiría con él.


Porque eso la haría ingenua y tonta.


Ah, y también embarazada.


Y no hay forma de que Callie se quede embarazada a los dieciocho años y con el bebé de Reed, nada menos. El chico al que odia.


El chico que le enseñó todo sobre los corazones rotos. Quién puede parecer un héroe magnífico, pero en realidad es el villano de su historia




3




Bronwyn Littleton, de dieciocho años, está enamorada de un desconocido que conoció en una noche de verano hace un año.




Un desconocido que era alto y ancho de una manera que la hacía sentir segura. Tenía unos ojos azul oscuro que ella no puede dejar de dibujar en su cuaderno. Y tenía una voz profunda y relajante que ella no puede dejar de escuchar en sus sueños.




Pero eso es todo lo que sabe de él.




Hasta que se encuentra con él de nuevo. En la escuela St. Mary's para
Adolescentes con Problemas —un reformatorio solo para chicas—, donde está
atrapada por un pequeño delito que cometió en nombre de su arte.




Ahora sabe que el hombre de sus sueños tiene un nombre: Conrad Thorne.




Sabe que sus ojos son mucho más azules y hermosos de lo que ella pensaba. Y que su cara es el país de las maravillas de un artista.




Pero también sabe que Conrad es el hermano mayor de su mejor amiga.




Lo que significa que está completamente fuera de los límites. Por no hablar de que es el nuevo entrenador de fútbol, lo que hace que esté fuera de los límites dos veces.




Sin embargo, lo que hace que esté fuera de los límites tres veces, y que todo este escenario sea una tragedia épica, es que Conrad, el hombre de los sueños de Wyn, tiene su propia chica de sus sueños.




Y está tan enamorado de la chica de sus sueños como Wyn lo está de él.




A los dieciocho años, la vida de Poe Blyton es un caos y la razón es Alaric Marshall.
Tras la muerte de su madre, apareció de la nada y se convirtió en el tutor controlador de Poe. Cuando ella protestó por su tiranía, él tuvo la audacia de enviarla a un reformatorio sólo para chicas. Un colegio lleno de reglas y normas férreas.
Pero al menos se graduará pronto.
Hasta que el propio Alaric llega a la escuela como nuevo director y le quita eso también.
Ese diablo.
Realmente se lo está buscando, ¿no?
Y Poe se lo va a dar.
No importa que su enemigo jurado tenga los ojos oscuros más bonitos que jamás haya visto. O que le queden muy, muy bien sus aburridas chaquetas de tweed. Tanto que quiere arrancárselas y ver lo que hay debajo.
Porque con calor abrasador o no, con su nuevo director o no, Poe va a arruinar la vida de Alaric

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